viernes, 12 de enero de 2018

Los videojuegos que cambiaron mi percepción de “sus” juegos de rol (de mesa)

   En esta entrada quiero hablar de una serie de videojuegos de rol (cRPGs por el acrónimo inglés) que cambiaron a mejor mi percepción sobre sus contrapartidas de mesa, ampliando y enriqueciendo el concepto que tenía de las versiones de rol tradicional. Son juegos que me hicieron ver con otros ojos el trasfondo y, sobre todo, las posibilidades de campaña de los de mesa. Obviamente aquí hay mucho de experiencia o de gustos personales, pero es posible que podáis sacar algo de interés de todo ello, porque en todo caso voy a mencionar cRPGS muy buenos. Y me encantaría leer comentarios sobre experiencias similares con otros juegos.

Baldur’s Gate 2: Shadows of Amm y AD&D en general


   En este caso debo decir que el “Baldur’s Gate” original ya era un gran juego, pero (para mí) llegaba hasta el nivel exacto de una “muy buena” campaña convencional de AD&D, al menos tal y como yo concebía una campaña de ese juego. Por lo tanto, el jugar después del BG su segunda parte, BG2: Shadows of Amm, fue un auténtico “chute”. Con ese juego empecé a concebir hasta donde se podía ampliar la escala, el concepto y las posibilidades del juego. En profundidad de la historia, pero también en ramificación de la misma. Y en cuanto a la variedad y riqueza de los temas que se podían tratar. Definitivamente marcó un antes y un después para mí, en ese sentido.

Planescape: Torment y la ambientación de Planescape para AD&D

   Un poco en la estela de lo anterior, pero con algunos matices. En primer lugar, Planescape era una ambientación de AD&D con unas enormes posibilidades, y una riqueza brutal en "potencial creativo". Pero cuando descendías a las aventuras y módulos publicados, que deben ser ejemplos de “cómo jugar la ambientación”, la cosa se quedaba en “lo de siempre” en un Multiverso (con portales y con facciones distintas a las tradicionales, y poco más). No todas las aventuras eran así, pero sí la mayoría de las oficiales. Y en esas llegó Planescape: Torment y fue otra bomba, porque presenta argumentos, conceptos, ideas y personajes que abren de nuevo las posibilidades de la ambientación. Como “nota bene”, eso sí, debo comentar que nunca me he acabado este juego por circunstancias como rotura de tarjetas, corrupción de discos duros, interposición de la vida real y similares (aunque conozco todo el argumento y he visto replays muy completos, finales, etc…)

Knights of the Old Republic y Star Wars d20/Saga


   Aquí debo decir que al principio consideré que las versiones D20 de Starwars eran mucho menos interesantes que la clásica D6 de WEG/Joc. Y, en parte, el D6 me sigue pareciendo superior. Pero el KotOR fue un cRPG excepcionalmente bien hecho y repleto de buenas ideas que llevar a la mesa. Personalmente, para mí le dio un sentido al Starwars D20 (y después al Saga), por dos motivos: primero, porque el motor mecánico del KotOR (una versión apenas cambiada de la OGL D20) resultó que encajaba muy bien con el estilo buscado, y con la progresión y la escala del juego. Y segundo, porque yo asociaba el juego de rol de WEG (D6) a un paradigma muy concreto: el jugar con Rebeldes de la Trilogía clásica, por en medio de las tres películas , y usando como mucho el universo expandido de los (magníficos) suplementos de WEG. Y se me hacía muy cuesta arriba el salirme de esos estándares usando el D6. Por tanto, el KotOR me permitió: por una parte, dejar en un sitio concreto el D6 (para lo que pensaba que funcionaba); y por otra parte, abrió el camino a incorporar un montón de ideas, personajes e historias que se podían contar, y funcionaban muy bien, con Starwars D20.

VTM Bloodlines y Vampiro La Mascarada


  Seguramente, el caso más claro y directo de explicar. Yo había jugado mucho, y dirigido algo, a Vampiro La Mascarada antes de conocer el cRPG. Me gustaban bastante las partidas y las crónicas, pero no le acababa de ver “su aquel”. No me parecía que tuviera “peso” (sustancia e interés), más allá de lo obvio. Fue al jugar el VTM: Bloodlines cuando todos los conceptos encajaron: entendí cómo se puede montar una gran crónica de La Mascarada incorporando todos los conceptos e ideas propuestos por el juego, sin devaluarlos, y obtener algo de calidad. Y cómo se podía trabajar con las escalas tan diferentes de poder y de niveles de historia (de los primeros vampiros a las intrigas callejeras) con elegancia, profundidad, agencia, y sobre todo, un nivel de trasfondo y de detalle tan brutales. De hecho, creo que el VTM: Bloodlines puede considerarse el mejor “suplemento” de Vampiro La Mascarada, con permiso de los originales Chicago Nocturno+Succubus Club (quizás lo único que, para mí, puede estar a ese nivel en la línea de Vampiro posterior al básico).  

Shadowrun: Dragonfall (Director’s Cut) y Shadowrun 


   Lo confieso, yo pensaba que el Shadowrun era un juego tonto de elfos y trolls con metralletas. Lo veía como un pastiche cutre de Cyberpunk 2020 y El Señor de los Anillos. Y a ver, un poquito de eso hay, pero… ahora sé que tampoco le hace justicia dejarlo ahí. Empecé primero jugando el cRPG de Shadowrun Returns, cuya campaña se llama “Dead Man's Switch”. Y oye, me gustó, más de lo que esperaba. Había cosas muy tópicas, pero llevadas con gracia. Y la subcultura de runners me pareció realmente bien desarrollada y explicada, y con más trasfondo y profundidad de lo que pensaba. Y entonces jugué el Shadowrun: Dragonfall… y, joder, es una pasada. El trasfondo me encantó, ya que se aleja del cyberpunk clásico y toma mucha más profundidad: tanto por el lado del retorno de la magia y las criaturas (¡y los dragones!) como por el desarrollo de las ideas más locas y chulas del movimiento cyberpunk (como el flux state). Y me encantó la historia principal, y las historias de los compañeros individuales, que son también una auténtica pasada. Vamos, que me cambió por completo la percepción de las historias que se podían crear con el juego.

En fin, espero que la entrada sea de interés, o al menos os haya resultado entretenida. Si tenéis otras recomendaciones de cRPGs en este sentido, no dejéis de comentar.

5 comentarios:

  1. El Baldur's Gate 2 fue una genialidad, me lo pase varias veces para escoger distintos caminos. ¡Vaya vicio!
    Los demás, he jugado a algunos como el vampire y el kotor, y los otros no los conocía.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Está claro que el BG2 fue un antes y un después en los juegos estos de "gran campaña". Yo diría que lo he jugado entero 2 veces; y en partes un montón de veces más.

      Eliminar
  2. Maravillas he visto, pero guardo lo mejor para vos.

    ResponderEliminar
  3. Precisamente estos días estoy intentando terminar de una santa vez el Planetscape con el que también he tenido multiples problemas. Y de esta ya he tenido que empezarlo otra vez ya que no se que diablos he hecho con la nota de mi testamento y por mucho que volviera hacia atrás en la partidas guardadas seguía sin ella. Gafes del oficio, así que he vuelto a empezar y espero que esta sea la definitiva.

    ResponderEliminar
  4. A mi los BG cambiaron mucho mi percepción, pero quizás exceptuando alguna cosica del Neverwinter, no ha sido hasta Skyrim, The Witcher 2 y Zelda Breath of The wild cuando he visto el verdadero potencial de usar elementos de los videojuegos para llevarlos a la mesa de juego.

    ResponderEliminar